Memorias

Fotos familiares, esas que se guardan en algún rincon de la casa de nuestros padres, en donde están las que más nos averguenzan, pero también aquellas que nos recuerdan tiempos felices. Otras, simplemente son una ventana a otras épocas y mundos que son desconocidos para nosotros. Como por ejemplo esas amarillentas y decoloradas que nos permiten ver que la vida de nuestros padres y abuelos no comenzó, como nuestro egoísmo infantil nos hace creer, con nuestra venida al mundo. Hay historias y relatos detrás de cada imagen desvencijada por el tiempo... Sentimientos y añoranzas cuando las ven sus protagonistas, curiosidad y sorpresa cuando las descubren los hijos.
Felicidad capturada en una fracción de segundo, un rayo luz que quedó atrapada sobre un papel para iluminar el presente acerca de aquellos a los que amamos y hoy no estan con nosotros. Sabemos que su felicidad, mientras esté en las imágenes, vivirá por siempre en nosotros.
Esta reflexión viene porque me he tomado la tarea de digitalizar los archivos fotográficos de mi familia. Ya muchas de las fotos empiezan a mostrar los signos del paso del tiempo y sería un verdadero crimen y un acto de egoísmo contra los que vienen, el no preservar parte de la historia que también les pertenece.
En la foto se observa a mi padre y a mi abuelo. Ambos ya dejaron este mundo. Sus sonrisas quedaron con nosotros en fotos.